LOS BENEFICIOS DEL YOGA EN LOS NIÑOS

Yoga Infantil_Mi Mamá de Día

Muchos de nosotros conocemos y experimentamos los grandes beneficios que tiene la práctica del yoga en nuestras vidas. Sin embargo, no son tan conocidos los beneficios que tiene para los niños, en su desarrollo físico y psíquico. El yoga puede tener grandes ventajas, que si se aprenden durante la niñez, pueden ayudarte a lo largo de toda la vida. La búsqueda del equilibrio y la armonía contribuye a que los niños crezcan en un entorno alegre y saludable.

La palabra yoga es originaria de la India y significa “unión”, el niño primero se encuentra consigo mismo y aprende a conocerse (unión consigo mismo), para más tarde aprender a relacionarse y comunicarse con su entorno (unión con los demás).

Hoy en día nuestros niños conviven con multitud de situaciones estresantes, muchas veces causadas por los propios padres, por el tipo de vida que llevamos. A través de la respiración, los niños pueden aprender a relajarse y conseguir el control de sus emociones y de su cuerpo, y de esa manera sentirse mejor.

Algunos de los principales beneficios pueden ser:

  • Mayor autoconfianza y autoestima.
  • Ayuda a canalizar la energía (ideal para niños muy activos).
  • Mayor autocontrol.
  • Ayuda a manejar el estrés.
  • Aumenta la capacidad de concentración.
  • Aumenta la flexibilidad y el equilibrio.
  • Ayuda a masajear los órganos internos.
  • Mejora los hábitos posturales…

Pero, ¿cómo es posible que un niño mantenga la atención durante una clase de yoga?. Las clases infantiles de yoga pueden ser ruidosas y lúdicas. Por ejemplo, si se está practicando ‘la postura del árbol’, los niños comenzarán a jugar y reírse porque es difícil mantener el equilibrio. Esto es bueno y ayuda al aprendizaje. Lo más importante es mantener ciertas reglas, como que cuando el profesor habla los niños deben estar en silencio y escuchar. Es posible encontrar la tranquilidad en el medio del caos.

Las clases del yoga infantil deben tener una duración entre 30 y 45 minutos. La mayor parte de los ejercicios son grupales y la mejor herramienta para aprender es el juego. Los niños necesitan aprender jugando.

¿Cuándo es el mejor momento para iniciarse en la práctica del yoga?. La edad ideal es entorno a los 4 años, momento en el cual los niños son capaces de realizar y controlar ciertos movimientos de su cuerpo. No obstante, es posible la iniciación de algunos ejercicios en la etapa de 1 a 3 años. Algunos ejemplos de posibles ejercicios son:

  • Cerrar los ojos y ofrecer a nuestros peques diferentes objetos para oler como una cáscara de naranja, una ramita de lavanda, una piña seca… enfocarán su atención en el olor del objeto y les ayudará a combatir la ansiedad. Es posible realizar el mismo ejercicio con el sentido del tacto, tapando los ojos y sintiendo diferentes juguetes u objetos. El niño irá desarrollando la capacidad de aislar los sentidos, y ajustarlos a experiencias sensoriales distintas.
  • Saltar durante un minuto en el mismo sitio, cuando termine pedir a los niños que pongan la mano en su corazón y sientan qué está pasando con sus latidos y su respiración. El objetivo es conocer y controlar su propio cuerpo.
  • Sentarse en círculo y hablar con los niños sobre los sentimientos. Es fundamental que los niños comiencen a expresar cómo se sienten y a diferenciar las distintas emociones.
  • Una manera divertida de aprender ‘Ooohhhmmmm….’, es tapándose los oídos e imitando el sonido de una abeja.

En resumen, la práctica del yoga en edades tempranas puede dar a nuestros hijos algunas herramientas que les ayudarán a ser felices a lo largo de la vida.

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